LA SELECCIÓN ESPAÑOLA SE ENFRENTA AL PRESIDENTE DE LA RFET

Esta mañana, en Roma, Emilio Sánchez Vicario ha dado lectura a una carta en la que el seleccionador y los ocho jugadores que forman el equipo nacional manifiestan su “rechazo a las maneras dictatoriales, caprichosas y manipuladoras" del presidente de la Real Federación Española de Tenis, el madrileño Pedro Muñoz. Las palabras de Nadal, Ferrer, Moyà, Robredo, Almagro, Ferrero, Verdasco y López son tajantes: "Los jugadores abajo firmantes, componentes de la Selección Nacional, nos vemos en la obligación de hacer público nuestro malestar y desacuerdo con el actual presidente de la RFET, el Sr. Don Pedro Muñoz, con él y con su gestión, donde hemos sido continuamente engañados en las decisiones tomadas desde el inicio de su mandato". En la carta, seleccionador y jugadores anuncian su negativa a participar "en ningún acto público o promocional de la RFET, ni de sus patrocinadores, mientras el Sr. Muñoz sea presidente".

La gota que ha hecho rebosar el vaso ha sido la elección de Madrid como sede para las semifinales de Copa Davis frente a Estados Unidos. "Para nosotros no es una cuestión, como errónea e interesada-mente se quiere plantear, de Madrid sí o Madrid no. [Es que] los jugadores y el seleccionador hemos sido, una vez más, engañados al no haberse cumplido la promesa de defender y en su caso aprobar las condiciones preestablecidas por nosotros para no dar ninguna ventaja a nuestro rival". Se refieren al compromiso suscrito por la RFET en Bremen (Alemania) de consensuar con los jugadores la sede y la pista en que se enfrentarían a Estados Unidos. Los jugadores creen que la altitud de la capital favorece a los estadounidenses, y prefieren jugar en cualquiera de las otras candidatas, Benidorm, Gijón o Tenerife, todas ellas al nivel del mar.

El caso Boluda-Martí

No es la primera vez que la gestión de Muñoz es contestada por jugadores de cualquier nivel. En diciembre de 2007, el presidente anunciaba que los juveniles Carlos Boluda y Javier Martí, números 1 y 2 de Europa, no defenderían los colores nacionales debido a la negativa de ambos jugadores a firmar un contrato sobre indumentaria, según el cual deberían asumir “las obligaciones contraídas por la RFET con terceros, con preferencia siempre sobre los posibles compromisos suscritos o que el deportista pudiera suscribir con terceros”. En otras palabras: Boluda y Martí deberían subordinar sus acuerdos previamente contraídos con Nike a los que pudiera contraer la federación con Mapfre. La respuesta de los padres de ambos juveniles no se hizo esperar: “¿Por qué le vamos a dar a Pedro Muñoz los derechos de nuestros hijos perdiendo los que ya tenemos firmados con otras marcas, que además son las que posibilitan que puedan jugar?” En la misma carta, acusaban a Pedro Muñoz de “chantajear y amedrentar a dos menores de edad con impedirles jugar por España, si no firman lo que él quiere”.