EL COI READMITE AL TENIS

En los meses de septiembre y octubre de 1988 se celebraron en Seúl los XXIV Juegos Olímpicos, en los que el tenis recobró su condición de deporte olímpico después de sesenta y cuatro años de exclusión. A grandes rasgos, la cosa había sido así: en su primera etapa, el COI sólo admitía en sus juegos a deportistas de condición amateur, y como los tenistas de los años veinte cobraban sumas tan altas de dinero que se habían convertido en profesionales de la raqueta, la incompatibilidad se resolvió con la exclusión del tenis como deporte olímpico.

Sin embargo, en una sociedad de mercado el deporte amateur es pura entelequia. A medida que pasaban los años, se volvía más difícil sostener que el esfuerzo de los deportistas de élite de cualquier otra especialidad no estuviera recibiendo una compensación económica. Finalmente, en 1988, al COI se le cayó la careta y el tenis volvió a las Olimpiadas. Desde entonces, los españoles se han convertido en adictos al podio.