LA TENISTA DECLARA QUE NUNCA CONSUMIÓ DROGAS

Martina Hingis, niña prodigio del tenis moderno, se retira definitivamente a los 27 años como consecuencia de haber dado positivo por cocaína en un análisis de orina realizado durante el torneo de Wimbledon. Hingis rechaza indignada la acusación: “Personalmente, me horrorizaría tomar drogas. Supongo que es imposible para cualquiera mantener la coordinación requerida por el tenis de alto nivel mientras se está drogado”. Aun así, ha decidido retirarse del tenis profesional: “Nadie que intente luchar solo contra la maquinaria antidopaje tiene la menor oportunidad. Mi abogado me ha dicho que a veces se tarda años en resolver un caso como éste y no deseo pasar los próximos años de mi vida luchando contra las autoridades del dopaje”.

El consumo de cocaína se penaliza con dos años de suspensión en el Tour.

No es la primera vez que Hingis deja el tenis. Aclamada a los 16 años como la número uno más joven de la historia no tardaría en dar el primer aviso de su inestabilidad emocional. Fue durante la final del Roland Garros de 1999, cuando incapaz de digerir la derrota ante Steffi Graf tuvo que arrostrar los abucheos con que el público acogía sus protestas al juez, sus pausas para ir al baño y sus lágrimas enrabietadas.

En 2001 comienza su declive: una tendinitis dorsal, molestias en su pie izquierdo, operación del tobillo derecho... Hingis pierde el número uno que había ostentado durante 73 semanas consecutivas. Abatida por el empuje de las hermanas Williams, en febrero de 2003 decide retirarse. La causa oficial son las constantes dolencias en el tobillo producidas, según ella, por las zapatillas de una firma italiana que la patrocinaba. Tras una pausa de cerca de tres años, Hingis regresó a comienzos de 2006, ocupando el puesto 349. Actualmente estaba en el 19.