LA NÚMERO UNO DEL TENIS FEMENINO ATRIBUYE SU DECISIÓN AL CANSANCIO

Tiene 25 años y se retira siendo número 1 de la WTA. En febrero había recibido el Laureus a la mejor deportista de 2007, año en el que ganó más de 5 millones de dólares y diez títulos, entre ellos dos Grand Slam y el Masters femenino. Sin embargo, 2008 le iba a mostrar la cara menos amable de la competición. Su eliminación en cuartos del Open de Australia, su abultada derrota en Miami ante Serena Williams (62 60) y una lesión de rodilla que la mantuvo un mes inactiva, parecían anunciar que algo se había torcido. Aun así, la belga se declaraba dispuesta a seguir jugando “dos, tres, cuatro o incluso cinco años más”. Pero vino Berlín y una nueva derrota, esta vez en tercera ronda, sacó a la belga de su ensueño: “La idea de retirarme se me apareció de repente como una evidencia. Si lo dejaba ahora podría recordar mi carrera con una sonrisa; en cambio, si esperaba tres meses, me podría arrepentir”.

Henin decidió suspender su participación en el torneo de Roma y convocar una conferencia de prensa en su club de Limelette, Bruselas, para decir que se encontraba tremendamente cansada y que sentía un gran alivio al anunciar su abandono definitivo. “Una retirada temporal habría sido una opción hace unos meses, pero no ahora”. Henin nació en Lieja, Bélgica, en junio de 1982. Empezó a jugar a los cinco años, debutó en la ITF con catorce y se hizo profesional en 1999. En el momento de su adiós llevaba más de cien semanas instalada en el número 1 de la WTA, había ganado 41 títulos en individuales (siete de Grand Slam: cuatro Roland Garros, dos Open USA y un abierto de Australia), Fue oro en los JJOO de Atenas. Su rival más directa, la también belga Kim Clijsters, se había retirado en mayo de 2006, con sólo 22 años.