A principios de 2007, la tenista belga Kim Clijsters (Bilzen, 1983) deja el tenis por razones de maternidad, acortando de un modo prematuro una de las mejores carreras de la década: 34 títulos individuales, entre ellos el US Open de 2005, dos WTA Championships (equivalente al masters masculino) en 2002 y 2003, y un número uno del mundo conquistado en 2003.

Tras más de dos años de inactividad, en agosto de 2009 regresa a la competición, llegando a cuartos en Cincinnati. Este torneo le sirve como puesta a punto para sólo un mes después ganar el Open USA, venciendo en la final a la danesa Caroline Wozniacki y dejando en el camino a jugadoras tan potentes como las dos hermanas Williams.

Clijsters, que participaba con una invitación por carecer de puntos en el ranking, sube al puesto 19.

El regreso de Clijsters precede al de otra grande, su compatriota Justin Henin (Lieja, 1982), que explica su decisión: "Cuando dejé la raqueta estaba convencida de que no debía seguir jugando. Hice otras cosas, pero finalmente me di cuenta de que jugar al tenis es lo que mejor se me da. Tomé la decisión de volver tras el triunfo de Federer en Roland Garros, aunque no quise hacerlo público hasta que pasara el Open USA para que la noticia no restase relevancia al éxito de Kim en el torneo". Henin se retiró en mayo de 2008, cuando era número uno del circuito femenino y había ganado siete de los grandes, además de la medalla de oro olímpica en Atenas. (21 septiembre)